Camiseta postulante
Lo publiqué en 2005. Lo creo de plena actualidad.
Durante décadas, las sudadas elásticas de los equipos de fútbol sólo
llevaban el escudo del club y la numeración correspondiente al jugador. Después
llegó la publicidad y se incorporó el nombre del futbolista en la espalda.
Últimamente, también vemos a los patrocinadores en el calzón, con lo que el
futbolista se ha convertido en una especie de rentabilísimo hombre anuncio. La
actividad publicitaria encanta a los deportistas de la élite, que ven
engrosadas sus cuentas corrientes promocionando productos de todo pelaje.
Pero, amables lectores, ahora ha
surgido la camiseta reivindicativa. Leo con sorpresa, si es que algo nos puede
sorprender ya, que el Barça quiere incorporar a la equipación de sus futbolistas
un mensaje reivindicativo, algo así como “queremos el Estatuto”, en catalán,
por supuesto. No teníamos bastante con esas pancartas que, escritas en inglés,
colocan cuando les parece oportuno en su estadio freedom for Catalonia. Como hay que rizar el rizo, el centenario
club desembarca en la reivindicación política.
No sé si este uso creará escuela,
y el resto de los clubes españoles optará por el uso del deporte para ejercer
el derecho de pataleo político. Pero, si así fuese, la asimetría maragalliana también se daría en el fútbol, porque el
mensaje que propaguen los clubes grandes siempre tendrá mayor repercusión que
el del Diter-Zafra, de 2ª B, por decir alguno.
¿Optarán los restantes equipos de
España por el eslogan político? ¿Convertiremos los campos de fútbol en una
reedición de los parlamentos, con parte de la hinchada coreando “¡Estatuto ya!”
y la otra parte “¡Agua para Murcia!”? ¿Qué gritarán los ultras?
No es mi intención ser
irrespetuoso, que esto del fútbol mueve muchas pasiones, pero desde que el
presidente del Barcelona se quedó en calzoncillos en el aeropuerto, todo puede
esperarse de quien no tiene el más mínimo pudor en comportarse tan
extravagantemente. Lo que no sé, desde luego, es si las peñas barcelonistas
repartidas por toda España estarán de acuerdo con las pretensiones de Laporta, ni
si asimilarán de buen grado que el equipo de su corazón entre en política. Los
futbolistas, según creo, no están muy de acuerdo, como podría esperarse.
En fin, ¿se imaginan un derby o como demonios llamen a estos
partidos entre el Real Madrid y el Barcelona, en un Bernabéu atestado, con el
ambiente ya caldeado de por sí, cuando los culés
salgan al césped con sus camisetas reivindicativas? ¿Qué pasará cuando, en el
partido de vuelta, lo haga el equipo merengue, con sus camisetas serigrafiadas,
pongamos por caso, con el lema ¡Viva el
artículo 2 de la Constitución!? ¿Se llenará el césped de cabezas de
cochinillos? Cualquiera sabe.
Fotografía: elconfidencial.com
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